17 de marzo de 2010

Entregar las armas

Se terminaron los distractores y las ideas que me mantenían alejada de tu recuerdo, alejada de extrañar las noches hablando contigo de nada y a la vez de todo, se acabo la muralla de piedras que puse para que no me doliera, para no afrontar lo duro de mi decisión de perderte, de entregar las armas, de enfrentarme a mi misma...y ahora entonces me siento así, tan sola, tan sin ti, tan sin mi contigo.

En un acto de fé en mi misma y en la innegable unión entre los dos, lo di todo... mis miedos, mis demonios, atravese mis limites, entregue la artilleria de defensa para ser vulnerable con la unica persona con la que aun estando asi me siento segura, nadie me obligo, nadie me condiciono, por voluntad propia acepte ser juzgada, ser por primera vez congruente con lo que quiero en mi vida, esperando nada mas que tu perdon aun sueño con que un día entiendas que algo nunca fue falso en mi, que si pudiera hacer las cosas de una mejor manera te demostraría hasta rasgarme el alma, eso que es tan cierto… que Te amo.

Eres lo más hermoso q me ha sucedido en la vida. En mi mente te veo como un espejismo, en mi corazón has vivido todo este tiempo y siempre será tu hogar, allí estarás guardado, protegido y nadie podrá tocarte…

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